Conduciendo a través de plantaciones de naranjos y café en las montañas de la Península de Nicoya, a unos 700 metros sobre el nivel del mar, llegamos a esta pequeña pero diversa propiedad. La parte superior es bastante plana y tiene magníficas vistas de las montañas circundantes.
Alrededor de 300 naranjas se plantaron en toda la finca, algunos de los cuales son jóvenes y otros mayores. En menor número encontramos banano, mango, plátano y otros árboles frutales.
Hay una vieja casa de madera que podría usarse como choza para herramientas o incluso restaurarse mejor.
Hay electricidad pública disponible y el agua proviene del propio manantial de la propiedad. Esto se bombea, por lo que hay un sistema de bombeo completo en su lugar.
La siguiente ciudad más grande es Carmona y está a unos 25 minutos en coche y ofrece todas las necesidades, como bancos, supermercados, ferreterías y mucho más.
Hermosas playas como Coyote y San Miguel se encuentran a menos de una hora.